Un intenso brote de bronquiolitis -una enfermedad respiratoria infecciosa, que predomina entre los menores de un año- delató el colapso de los hospitales pediátricos. Desde hace tres semanas, está ocupado el 96% de las salas generales del Gutiérrez, el Garrahan y el Elizalde, y saturadas las unidades de terapia intensiva. martes, integrantes de la Comisión de Salud de la Legislatura porteña recorrieron el Garrahan a partir de que la Junta Interna de ATEdenunció importantes deficiencias en la atención. «El hospital colapsó ante la demanda y se terminó internando a los chicos en pasillos de la guardia, salas de procedimientos y hasta se intentó colocar una tercera cama en habitaciones preparadas para dos. Los trabajadores denunciaron que hay cinco habitaciones cerradas por refacción, una medida totalmente incorrecta en época de alta demanda por bronquiolitis», explicó el legislador Jorge Selser. Aesto se suman la falta de enfermeros -porque, como la Ciudad les adeuda horas extras, trabajan su horario reglamentario- y el cierre por refacción de salas pediátricas en otros hospitales generales, como el Pena.
Selser advirtió a la Legislatura que faltan insumos descartables, como sondas y catéteres pero también monitores y respiradores, indispensables para tratar la bronquiolitis. Esto implica que los hospitales rechacen diariamente hasta tres pacientes que deberían ser internados. En el Gutiérrez no quedan camas disponibles y en terapia hay 17 internados, cuando la capacidad es de 15. «Estamos en un colapso antes de que llegue el invierno. Quienes venían a cambiar la forma de gestionar el Estado, no planificaron cómo enfrentar un brote similar al de 2007», señala Selser.
En las guardias de los hospitales explican que el incremento de los casos de bronquiolitis llegó dos semanas antes de lo esperado -aunque todavía no hubo bajas temperaturas- y que desde hace 45 días aumentaron fuertemente los casos graves que necesitan internación. «No hay que agarrarse del término rimbombante de epidemia. Todos los años se atraviesa este trance. Lo novedoso es que este año, a pesar de no haber sufrido fríos muy intensos, la epidemia se adelantó y estamos transcurriendo ya la tercera semana», explica Marcelo Karasik, jefe de asesores del PRO en salud. Y agrega: «El sistema está respondiendo. No sólo atendemos la demanda de los pacientes que acuden a los hospitales públicos, también intentamos resolver la situación de los otros subsectores, como el privado y el de las obras sociales, que derivan pacientes a nuestros servicios por falta de camas propias».
Fuente Redacción Z
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