El 23 de junio pasado el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, anunció el cierre del Zoológico de Buenos Aires. Lo hizo frente a la puerta del histórico predio en Palermo y con la presencia de los trabajadores y veterinarios del zoo y organizaciones animalistas que reclamaban la transformación urgente del zoo.
Según la presentación, el nuevo ecoparque no incluirá animales para la exposición, estará dedicado a la educación ambiental y tendrá proyectos de innovación tecnológica. El proyecto final será el resultado de un concurso internacional del que participarán arquitectos y urbanistas.
Para Claudio Bertonatti, ambientalista, museólogo y ex director del zoológico porteño, la idea de llamar a un concurso es un “auténtico sincericidio”. “¿Alguien imagina llamar a un concurso internacional de ideas para ver qué se hace con los hospitales públicos, con las escuelas públicas, con los centros de investigación públicos? Llamar a un concurso internacional de ideas expresa claramente que no se tiene idea”, opinó Bertonatti.
Para el museólogo, el zoo estaba sumido en un “desastre” y todos coincidían en que había que hacer algo. Lo que más preocupa a Bertonatti es el “mientras tanto” hasta la selección de un proyecto final.
“Entre los ecodisparates está el trabajar sin un plan, improvisando. Antes de derivar animales a pulsos de entusiasmo o de facilidad cualquier institución medianamente seria generaría un programa de trabajo con un cronograma de acción”, opinó el especialista, al tiempo que rescató algunas iniciativas como las de repatriar guacamayos y loros a sus países de origen y el trabajo de la Agencia de Protección Ambiental (APrA) para evitar a los traficantes de fauna.
“El jefe de Gobierno porteño y su ministro de Modernización apelan a tormentas de ideas para construir la propia mientras la fauna argentina se sigue desangrando y una de sus instituciones bandera sigue en terapia intensiva”, finalizó Bertonatti.
DZ/ah
Fuente Redacción Z
0 Comentarios
Sé el primero en dejar un comentario!