A pesar de que en 2007 el parque Las Heras fue declarado patrimonio histórico de la ciudad de Buenos Aires, en la actualidad se encuentra en condiciones lamentables y, en poco tiempo, reducirá su tamaño por la construcción de un estacionamiento por parte del Gobierno porteño. «Lo único que allí funciona bien es el sol. Nadie se hace cargo de la falta de mantenimiento», denuncia Pablo Rubín, vecino y encargado del sitio web del barrio.
Durante el verano, este parque, delimitado por las avenidas Las Heras y Coronel Díaz, y por las calles Salguero y Juncal, fue una de las playas urbanas de Mauricio Macri: miles de personas concurrieron allí para descansar en las reposeras amarillas y disfrutar de las clases de gimnasia al aire libre que se ofrecían.
Pero debajo de este solarium porteño, el Gobierno PRO puso en marcha la construcción de una playa de estacionamiento (con capacidad para 500 autos), que reducirá el tamaño de la plaza. El anuncio fue realizado a principios de este año, con el objetivo de terminar la obra para principios del próximo.
Las cocheras se están construyendo bajo el régimen de concesión de obra publica (la licitación la ganó la empresa Vialco SA), con un costo aproximado de 12 millones de pesos. Dinero que, para los vecinos, «debería ser destinado al mejoramiento del parque».
Para Rubín, las plazas no han sido una prioridad para ninguna gestión. Aunque asegura que «durante este Gobierno, sólo se arregla lo que es visible por fuera. Los árboles están talados, la caca de los perros es protagonista y la senda para caminar está rota», agrega.
En el centro del parque se encuentra la bien cuidada escuela de fútbol «Claudio Marangoni», propiedad del ex futbolista de Independiente. Pero alejándose un poco de este sector, se comprueba que el estado es calamitoso. Una de las plazas que conforman el parque tiene tres hamacas, de las cuales dos están rotas; también falta uno de los juegos -sólo quedaron allí las cadenas-, y casi no hay arena.
Dos placas y unos adoquines de gran tamaño recuerdan que a fines de 1870 una cárcel ocupó este predio. «Desde el siglo XIX hasta mediados del siglo XX, funcionó la penitenciaría. Ocupaba casi toda la plaza -20 mil metros cuadrados-, y era considerada como la cárcel modelo en esa época, un verdadero búnker», cuenta el historiador Eduardo Lazzari.
El 12 de junio 1956, esta penitenciaría pasó a tener «una marca muy fuerte en el imaginario simbólico de los argentinos, ya que se fusiló allí al general Juan José Valle. También Hugo del Carril estuvo preso en ese penal», afirma Lazzari. Debido a que las cárceles comenzaron a ser trasladadas a las afueras de la Ciudad, en febrero de 1961, durante la presidencia de Arturo Frondizi, la Municipalidad adquirió el predio y comenzó la demolición de los edificios. Ya sin rejas ni oscuridad, recién en 1982 nació la plaza Juan Gregorio Las Heras, y el barrio se fue convirtiendo en uno de los sectores más prósperos de Buenos Aires. Hoy, los muros son de color amarillo. En grandes letras negras se lee «Haciendo Buenos Aires». El estacionamiento subterráneo ya está en construcción: los vecinos esperan que el Gobierno recuerde que allí hay una plaza.
Fuente Redacción Z
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