Un frente blanco y unas letras doradas dan la bienvenida. Una vez adentro, tras esquivar algunas mesas, lo primero que resalta es el horizonte dorado del bufet. Sobre los muros hay copas, trofeos y fotos antiguas del equipo futbolero blanco, celeste y azul del 25 de Mayo. Bajo las distinciones, se filtran por las ventanitas del bufet gambetas del color del cielo desde la cancha al fondo del predio.
“Acá, desde que se fundó en 1935, el fútbol fue el fuerte del club”, cuenta el actual presidente Antonio Suriano, cuyos cinco hijos jugaron en el club en distintas categorías. CAFIy FAFIson las dos ligas donde hoy más de 120 chicos de Mataderos compiten entre los cuatro y 12 años.
Los equipos juegan un partido visitante, uno de local. Como son dos ligas casi todos los fines de semana son locales por una u otra liga. Asu vez, la tradición futbolera se renueva en el 25 de Mayo con un equipo de fútbol femenino que también disputa en las canchas con la pasión por la casaca tricolor.
En sus inicios no estaba el bufet ni el salón del primer piso, pero sí la cancha para jugar a la redonda. Cuentan que la primera comisión directiva del 25 de Mayo, que no se fundó el día de la patria pero igual tomó ese día para festear, se formó sobre una canchita de tierra, la piedra fundacional del club.
No sólo de fútbol se vive en la calle Cosquín de Mataderos. En el piso superior tres veces a la semana se hace taekwondo para chicos y grandes. En la canchita, cuando las escuelas del barrio no hacen actividades físicas ni los futbolistas practican penales, el patín artístico copa la escena con gran concurrencia.
Con esa impronta, el Bufet se vuelve un tercer tiempo en todo el barrio ya recibe a la gente de la zona al mediodía y al caer la tarde, donde también hay buen número de padres que acompañan a sus hijos deportistas.
Este clima de camaradería se potencia en las fechas clave del club. “El 25 de Mayo es nuestra fecha de celebración”, cuenta el vice Marcelo Sisco sobre las largas jornadas con locro y empanadas. Afin de año se entregan medallas a los deportistas, sirve para despedir categorías y brindar por el año de trabajo colectivo. “Es un gran esfuerzo mantener el club. La comisión la integramos padres, con obligaciones, trabajo y familia, pero darles un lugar a los pibes del barrio, sacarlos de la calle, y también de la computadora, es una alegría para seguir adelante”, concluye Suriano.
DZ/rg
Fuente Redacción Z
0 Comentarios
Sé el primero en dejar un comentario!