La Ciudad tiene su propia ley antidiscriminatoria, una de las más avanzadas de Sudamérica, a partir de la sanción efectuada este jueves por Legislatura. La ley previene la discriminación en todas sus formas a través de la implementación y el desarrollo de políticas públicas inclusivas y acciones que promuevan la igualdad de oportunidades, el respeto a la diversidad y la dignidad.
La norma también sanciona y repara los actos discriminatorios, garantizando el acceso a la justicia y generando condiciones aptas para erradicar la discriminación, la xenofobia y el racismo. Por otra parte, se amplían los pretextos discriminatorios, incluyendo a una gran cantidad de grupos que están fuera de la Ley Nacional N° 23.592 sancionada en el año 1988 y que por ello según opinan especialistas necesita una urgente actualización. Se incluyen pretextos como la diversidad sexual, las personas con discapacidad, los adultos mayores, la situación familiar o condición socioeconómica, entre muchos otros. Además, establece mecanismos procesales para invertir la carga de la prueba en algunos casos y agilizar el reclamo por daños para quienes son víctimas de hechos discriminatorios. También genera herramientas para la intervención del Estado y las organizaciones sociales y establece mecanismos concretos para que la sociedad conozca sus derechos y cómo defenderlos.
El texto fue consensuado a partir de iniciativas presentadas en el corriente año por los legisladores Gabriela Seijo y Enzo Pagani (PRO) y un expediente impulsado el año pasado por la diputada María Rachid (FpV) y su par Daniel Lipovetzky (PRO). Se aprobó sobre tablas por 50 votos positivos.
dz / fs
Fuente Redacción Z
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