Desde Uruguay 1930 hasta Sudáfrica 2010 ocurrieron situaciones tan variadas como insólitas. Alejandro Fabbri las investigó y las reunió. “El mundial es un lugar de encuentro de muchas cosas, de maratones de partidos, en algunos casos muy aburridos”, asegura el periodista que presentará su último libro, Historias secretas de los mundiales, en la Feria del Libro el 10 de mayo, a las 20.30 en la Sala Victoria Ocampo. “Traté de buscar cosas poco conocidas”, cuenta.
¿Cómo surgió la idea de hacer este libro?
Siempre estaba la idea de hacer un libro sobre los mundiales y era algo que fui postergando porque al ser cada cuatro años no tenía mucho sentido hacerlo en otro momento que no fuera antes de que empiece un mundial. Son dos o tres historias sobre cada campeonato. Hay algunas de corrupción, otras trágicas y algunas -pocas- cosas positivas; algunas más conocidas, otras menos.
¿Cuáles fueron las historias que más te llamaron la atención?
La historia de Matthias Sindelar, el número 9 de Austria en el Mundial del 38, que fue la figura del partido que Austria juega con Alemania en el estadio olímpico de Berlín, le baila el festejo de los goles a Hitler que estaba en el palco oficial. Él era judío y de origen checo pero jugaba para Austria y a los pocos días aparece muerto en su casa en Viena, supuestamente por un escape de gas. Se supone que lo mató la Gestapo o que lo dejaron inconsciente y murió. Al entierro fue muchísima gente y hoy la calle donde murió tiene su nombre. Después hay pequeñas historias. En el 34 Mussolini designó a los árbitros a dedo. AItalia la dirigió en semifinales y en la final el mismo juez, una cosa insólita que nunca más volvió a pasar. Estados Unidos le ganó a Inglaterra en 1950 y la eliminó. Fue la primera vez que Inglaterra participaba de un mundial y el autor del gol fue un haitiano que se cansó de Haití y se fue a vivir a Estados Unidos, jugaba al fútbol y trabajaba en un bar. Volvió a Haití, fue héroe nacional y en los años 60 lo mató la dictadura de Duvalier.
Vos contás que en los mundiales del 34 y del 38 árbitros y jugadores fueron sobornados, amenazados, presionados. ¿Con eso demostrás que las cosas que pasan hoy no son nuevas?
Eso pasó siempre, lo que sucede es que hoy hay mucha más visibilidad porque tenés TV, radio, internet. Alo mejor no existe el soborno en estado puro, como en la década del 30, del 40 o del 50, hoy le hacen una transferencia a la cuñada del juez de línea por internet y no se entera nadie. Antes era más ingenuo todo, había mucha menos gente metida en el fútbol, mucho menos dinero, son cosas que hacen que esto ahora sea un combo mucho más difícil de solucionar.
¿Queda claro también que este torneo lo ganan los poderosos?
Amí me cuesta pensar en mundiales arreglados. Tenés una cantidad de países importantes en el fútbol y una cantidad de países accesorios. Es difícil en un mundial aislarse de lo que significa la política, el poderío económico, la localía, los arbitrajes.
El epílogo del libro está dedicado a nombrar las excusas que ponemos los argentinos.
La Argentina es un país de excusas, hay una cultura de echarle la culpa siempre a algo. Y es muy difícil aceptar la superioridad o el mejor juego de otro. Esto pasa también en el fútbol local, donde el hincha siempre le echa la culpa al árbitro, a la pelota, al campo de juego, a la mala suerte. Argentina siempre tuvo algún problema en todos los mundiales. Y eso no es normal.
¿Qué novedades habrá en Brasil? ¿Estás a favor de introducir tecnología?
Sí, por lo menos eso va a ocurrir, si la pelota entró o no, si salió o no, va a existir. Mucho más no va a haber. El fútbol es un deporte muy conservador. Imagino un mundial complicado, con muchos problemas afuera de la cancha, conflictos sociales, policiales, incidentes y con dificultades serias para los argentinos que estén allá.
¿Y en cuanto al juego?
Será una oportunidad para que sea un mundial ofensivo. Necesitamos audacia y más goles, porque el fútbol en el mundo está en un nivel de decadencia importante.
¿Cómo ves a nuestra selección en Brasil 2014?
Está dentro de los 10 equipos que tienen chances de ganarlo. Que esté entre los 8 primeros sería lo lógico, si sale semifinalista sería bárbaro porque hace 24 años que Argentina no lo es. No creo que Argentina salga campeón, me parece que está debajo de algunos equipos y no me parece que en Brasil se vaya a facilitar que salga campeón.
DZ/rg
Fuente Redacción Z
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