Se estima que el aumento de la tarifa del subte impactará en otros medios de transporte. Parte de los pasajeros que se inclinen por el colectivo viajarán en alguna de las 33 líneas que, por ley, también deberían pasar a ser controladas por la Ciudad. Entre ellas, algunas de las que más pasajeros transportan: 12, 34, 39, 68, 106 y 132, a modo de ejemplo. Se supone que son éstas las líneas que deberán absorber los 240.000 pasajeros diarios o 64 millones de viajes anuales que implica la disminución del 20% de usuarios, que remplazaron el subte por el colectivo a partir del aumento de 2012. Una nueva alza provocaría, según estimaciones nacionales, el traspaso de otros 150.000 pasajeros diarios.
Sin embargo, el gobierno de Macri no se ha pronunciado acerca de si va o no a hacerse cargo de la regulación y control de estas líneas. Según informó días atrás el jefe de Gabinete, Horacio Rodríguez Larreta, a través de Twitter “no está previsto” que la Ciudad se haga cargo del servicio. Mientras tanto, los colectivos porteños continúan recibiendo el subsidio del Estado Nacional para mantener la tarifa a partir de $1,50 en los viajes más cortos y hasta $1,75. ¿Qué pasaría si aceptara hacerse cargo? Si la política llevada adelante en el subte es un índice, podrían hacerse realidad los rumores que circularon a mediados del año pasado, cuando se especuló que el costo del boleto podría llegar a $3. El macrismo tardó un año en cumplir con el acta acuerdo firmado en enero de 2012 y casi otro año en ajustarse a la ley. Pero sólo cumplió, un año más tarde, con una parte y aumentos mediante. La otra, sigue en veremos.
Fuente Redacción Z
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